Chapter 39: Un misterio; un sandwich
La pantalla de la televisión se apagó con un clic seco, dejando a Drake en un silencio aturdido. La conversación con Reed Hastings había sido un torbellino de emociones, una montaña rusa de revelaciones que lo habían dejado con la mente en blanco.
"Entiendo, dame un segundo, yo me encargaré de esto. ¿Lo producirás tú la serie?", preguntó Reed Hastings, con una voz tranquila que contrastaba con la vorágine de pensamientos que invadían la mente de Drake. "Listo, bajo mi firma ya está despedido el ex-ejecutivo Marck Johnson. Cuando vuelva será notificado de su despido", respondió Reed, con una eficiencia implacable tras recibir una confirmacion de parte de su asistente.
"Bien, gracias Reed. En cuanto a tu pregunta, estoy en una colaboración con Tim Burton, así que ya puedes imaginar las ganancias e impacto que tendrá esta serie, ¿no?", respondió Allen, con una seguridad que se extendía como una ola de confianza en la habitación.
Drake, con la boca ligeramente abierta, observaba la escena con una mezcla de incredulidad y admiración. Allen, con su mirada fría y penetrante, no dejaba lugar a dudas sobre su determinación. "Pues claro, jajajaj sabía que hacer negocios contigo era lo mejor. Bueno, envíame luego el formato de la historia que se va a desarrollar y tienes mi total aprobación para esta serie", respondió Reed, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, como si estuviera jugando un juego complejo que solo él comprendía.
"Entiendo, un placer hacer negocios y con eso dicho me despido", dijo Allen, con un tono cortante, como si la conversación ya no le interesara. Se levantó de su asiento y desvinculó su celular de la pantalla de la televisión, pero la llamada aún estaba abierta.
"Por cierto Allen...algún día tenemos que juntarnos a hablar más personalmente", dijo Reed, con un tono melancólico, como si estuviera recordando un pasado compartido. "Mm, claro, algún día será nuestro reencuentro pero eso tendrá que esperar un poco", respondió Allen, con un suspiro que no revelaba sus verdaderos pensamientos mientras saludaba a Drake, para luego irse del lugar.
"Bueno, dejemos de lado la actuación, después de todo las cámaras ocultas que instaló en la habitación me mostraron todo lo que necesitaba. Esa grabación en vivo fue algo que esperaba de él", dijo Reed, con una sonrisa que no alcanzaba a disimular la satisfacción que sentía. Drake, con la mente aún en shock, no entendía a qué se refería Reed. "¿Gra- grabación? ¿De qué habla?", preguntó, con la voz temblorosa.
"Jajajaj tú eres Drake, ¿no? El asistente de Tim Burton, pues digamos que el escenario fue todo planeado por Allen, me contactó desde antes sobre la propuesta de Tim y al ver que mis subordinados ya enviaron a alguien, Allen instaló esas cámaras en caso de que algo así sucediera, lo vi todo", explicó Reed, con una tranquilidad que contrastaba con la bomba que acababa de soltar.
"¿Qué? Espera... ¿todo fue planeado?", preguntó Drake, con la mente en un vórtice de confusión.
"Solo déjame decirte una cosa y entrega un mensaje para Tim Burton: - Allen Reinoel, es un monstruo nunca antes visto -. Con eso dicho, me retiro", dijo Reed, con un tono serio que dejaba claro que la conversación había terminado.
Drake, con el corazón latiendo a mil por hora, se quedó solo en la habitación, procesando la avalancha de información que había recibido. La imagen de Allen, con su frialdad y su inteligencia, se había transformado en algo más complejo, más misterioso.
"Un monstruo... ¿a qué se refiere? ¿Qué tanto sabe? ¿De dónde lo conoce? Por dios, Sr. Reinoel... eres todo un misterio", pensó Drake, con un suspiro de cansancio.
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Unas horas más tarde, el set de producción de la serie "Merlina" volvía a la vida. Jenna Ortega, con su rostro pálido y sus ojos hundidos, se preparaba para la escena del casillero. La tensión en el set era palpable, todos estaban conscientes de la presión que había sobre Jenna.
Tim Burton, con su mirada penetrante, observaba cada detalle, cada gesto, cada movimiento. La escena era crucial, debía ser perfecta. "¡Acción!", gritó el director de escena, y Jenna se adentró en el personaje, con una intensidad que dejaba a todos boquiabiertos. La escena fluía con una naturalidad asombrosa, Jenna se movía como una sombra, con una precisión que solo podía provenir de un talento innato.
Pero la presión, la fatiga y la complejidad de la escena comenzaron a afectar a Jenna. Un error, un pequeño tropiezo, un olvido de diálogo. "¡Corten!", gritó Tim Burton, con un tono de voz que no permitía réplicas. Jenna, con el rostro empapado de sudor, se sentó en una silla, respirando con dificultad.
La escena había sido un desafío, pero ella no se rendiría. Emma Myers, con su mirada llena de preocupación, se acercó a Jenna mientras comia un sandwich. "Ñam ñam, esta rico, aprovecha y descansa un poco Jenna. Te esforzaste bastante en tu actuación", dijo, con un tono de voz amable.
Jenna, con la mirada fija en el sándwich que Emma le ofrecía, no respondió. La comida no le importaba, su mente estaba en la escena, en el personaje, en la presión que sentía. "Gracias Emma, sí. Es bastante agotador, pero bueno, tengo que seguir esforzándome", respondió, con un tono de voz cansado. Jenna, con la mirada fija en el sándwich en sus manos, notó que le faltaba jamón.
Miró el sandwhich de emma y por alguna "extrana razon" tenia bastante jamon. Jenna solo la miro fijamente en silencio mientras Emma, con una sonrisa nerviosa, desvió la mirada silbando.
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