Salvador de heroínas perdedoras: Ayanokouji Kiyotaka x Makeine

Mientras veía a la chica marcharse por el extrañamente iluminado pasillo, sentí como alguien me comenzaba a tocar la espalda.

Al girar en dirección de donde sentí como alguien me había tocado, me encontré con una persona que podría catalogar en mi lista de personas con las que preferiría no encontrarme muy seguido, siendo esa persona Yanami Anna.

''Buen día Ayanokouji-kun, te tengo algo preparado'' parece que el día de hoy solo podía empeorar.

''¿Te importa si me niego?'' dije mientras daba un paso hacía atrás buscando alguna ruta de escape, lo último que quería hoy era escuchar su triste historia del día.

''Absolutamente... no'' hizo una pausa negando mi mas grande deseo, solo para agarrar mi mano y llevarme a conocer mi horrible destino.

Durante nuestro trayecto escuché las voces y risas de varias personas, los pasillos estaban llenos porque hace poco había sonado la campana de receso, pero aún así me parecía raro estar rodeado de tantas personas.

Apenas había tenido tiempo para aceptar mi destino, por lo que recién podía sentir la textura suave y delicada de su pequeña mano, lo que me hizo preguntarme una cosa: '¿Acaso todas las manos de las chicas son tan suaves?'

En realidad nunca había tomado la mano de nadie, solo tenía la experiencia de sentir mi áspera y callosa mano, por lo que no me sentía cómodo al tocar algo tan suave.

Cuando nos detuvimos me encontré con las mismas puertas de metal que me había acostumbrado a ver cuando aprovechaba mis preciados momentos de soledad, solo que ahora ya no estaba solo.

Ella sin dudarlo empujó la puerta y obligó a sentarme en uno de los escalones de metal.

''Por lo menos deberías actuar como si te importara el mensaje de escalera de emergencia'' dije mientras recordaba el suceso del otro día, donde pude tener una buena vista.

''¿No eres bastante cruel conmigo?, si tu eres el que normalmente usa este lugar como si fuera suyo'' con su comentario tocó una fibra sensible para mi, por lo que no intenté debatirla con un algún argumento con el que ya tenía la certeza que perdería.

''En realidad es al revés, tu eres la que me obliga a hacer cosas molestas como escuchar tu desastrosa historia de amor'' 

Parece que mi comentario fue lo suficiente para evitar el tema de que usualmente usaba este lugar, en realidad si nadie te veía entrar no habría ningún problema, hoy simplemente tuvimos suerte.

''Lo dije porque no me ayudaste en lo absoluto con lo del karaoke, fue tratada brutalmente, ¿Sabes?'' aunque simplemente estuviera exagerando, pude suponer a que se refería sin que me dijera.

''Así que estuvo todo el tiempo tomados de la mano mientras cantaba. ¿Qué querías que hiciera?'' no es como si fuera a prender fuego en ese lugar.

''Deberías haber tenido mas empatía conmigo ofreciéndote a ir conmigo o algo así'' definitivamente no tenía alguna clase de obligación en apoyarla.

''Tenía que trabajar. Ayer llegó una nueva compañera, así que tuve que enseñarle algunas cosas para que no me molestara mi jefe''.

 ''P-pero aún así pudiste haber dicho algo, fue muy difícil tener que ver como cantaban frozen'' no tenía idea a que se refería, pero aún así lo aceptar como si supiera para evitar explicaciones innecesarias.

''Te comprendo, pero hubiera sido incomodo colarme''

''Está bien, está bien. Aquí tienes tu bento'' dijo de manera deprimida por haber perdido la discusión.

No podía estar seguro de si estaba emocionado o deprimido por recibir un bento de una chica como Yanami Anna, por lo que se ella es una chica que se preocupa mayormente en ella misma, así que no es probable que se haya esforzado en cocinar algo agradable, siendo una perdida de dinero para mi.

Al mirar el bento pude ver una caja envuelta por un papel arcoíris y según mi propia experiencia podía estar completamente seguro de que era algo comprado.

Con un leve chasquido, levante la tapa. El aroma me envolvió al instante, una mezcla de arroz que parecía estar pegado, un par de muslos de pollo diminutos, y un toque de salsa de soja que parecía prometer un sabor profundo y salado, probablemente era lo único bueno del bento y es que era comprado. Todo estaba mezclado de una manera que me hizo pensar si había sido hecho por un niño de prescolar, teniendo el arroz encima de los muslos de pollo.

''¿Que es esto?'' pregunté mientras levantaba el bento para que viera el contenido.

''Tu bento'' dijo con una cara tan apática y ojos sin vida que parecía que me estaba viendo a un espejo.

''Yo solo veo sobras de lo que comió tu familia anoche'' 

''Hice mi propio bento junto al tuyo esta mañana y mi madre me dijo: 'Sousuke seguramente estará muy feliz...' si tan solo supiera que ahora mismo se está comiendo los muslos de pollo de otra chica'' lamentablemente mi mente no pudo llevar su comentario al sitio equivocado, pero aun así me abstuve de hacer algún comentario que generara una conversación relacionada a su amor platónico.

''¿Entonces porque me das tus sobras y no lo que tienes en las manos?'' pregunté viendo que me podría dar su bento en vez de lo que me había dado.

''Porque no puedo hacer bento para dos personas'' 

Con su comentario simplemente decidí hacer lo mas razonable para mi. Quitarle su comida como si fuera una especie de delincuente y darle lo que me había dado.

''Eso que me diste valía ¥0, vamos a ver cuanto vale lo tuyo'' dije mientras abría su bento, dándome cuenta que esto si parecía comestible.

¿De verdad ella se tomó el tiempo de hacer esto? Era la única pregunta que podía rondar mi cabeza. Cada ingrediente parecía cuidadosamente elegido, como si quien lo preparó hubiera pensado en todo.

El arroz estaba perfectamente cocido, ni demasiado pegajoso ni demasiado seco, con pequeñas semillas de sésamo que explotaban con un leve toque de sabor a nuez. El pollo teriyaki... bueno, eso era otra historia. El equilibrio entre lo salado y dulce en la salsa era tan perfecto que me hizo preguntarme si había algún secreto que desconocía. Tal vez una pizca de algo especial, algo que no podía identificar pero que hacía que todo se sintiera único.

Mientras comía, no podía evitar fijarme en los detalles. Los trozos de zanahoria cortados en pequeñas flores, tan perfectos que me daba pena destruirlos con los palillos.

Viendo a la chica a mi costado que me daba una mirada mortal no podía imaginarla preparando esto, esto estaba en un nivel en el que valía la pena haber pagado su cuenta por el simple hecho de comer algo como esto, a comparación a lo que suelo traer al no tener demasiado animo de preparar algo elaborado.

''Eres horrible'' me dijo mientras parecía estar al borde de las lagrimas.

''¿Tu preparaste esto?'' le dije esperando que lo hubiera hecho su madre o alguien relacionado a ella que sepa cocinar.

''Claro, solo que ahora un monstruo se robó mi comida'' dijo mientras hacía un puchero y comenzaba a balancear de una manera bastante linda sus delgadas piernas.

''Ten'' dije mientras agarraba un pequeño pedazo de pollo teriyaki remojado levemente en salsa de soja y se lo acercaba con mis palillos.

Ella sin dudarlo tomó lo que había en los palillos para simplemente comerlo sin dar las gracias, que chica tan descarada.

''¿Entonces?, cuanto vale'' me preguntó mientras comía lentamente su comida como si se le hubiera ido el hambre.

''Mm... yo diría que ¥350, está bastante bien para ser un bento, aunque valororía que venga lleno y no a la mitad'' dije mientras miraba hacia el bento casi vacío.

''Eso parece ser... aceptable'' dijo mientras se acercaba a mi para agarrar algo de lo que quedaba de mi bento.

''Pareces algo apagada'' normalmente no me metería en sus temas, pero hoy comí algo bueno, así que estaba de buen humor.

''Es que todos en el salón se preocupan por mi. Como hasta que llegó Karen-chan siempre estaba con Sousuke y ahora ya no, piensan que simplemente me botaron'' Y prácticamente a sucedido eso, solo que aún te mantienen cerca.

''Pues entonces sal con otras personas'' dije mientras hacía a un lado sus palillos para llevarme el último karaage.

Al final simplemente seguimos conversando hasta que se acabó la comida, separándonos luego de cruzar la puerta de metal con un simple saludo de despedida.