La Familia de Riuz(Omniverso)

La vida fue lenta, pero rápida al mismo tiempo. No sé cómo describirlo. Pasaba la mayor parte del tiempo en mi tienda, aprendiendo magia, ingeniería y mecánica. No hablaba mucho con la gente, porque no podía. Después de un tiempo de trabajo en el que conseguí ingresos aceptables, le pedí a Barnaby que me ayudara a encontrar una maestra para aprender el idioma. 

No diré que fue fácil. Mi nueva maestra, con gran reputación, tenía un temperamento fuerte que no facilitaba las cosas. Entender el idioma no era tan complicado como hablarlo. Nunca antes había hecho esos sonidos animales, y aprenderlos resultaba difícil. Finalmente, tuve que despedir a esa mujer irritante, que no paraba de golpearme con un puntero por cada pequeño error, incluso sin explicarme en qué había fallado. Contacté a Barnaby una vez más, rogándole que esta vez encontrara a alguien amable y paciente, sin importar sus estudios o prestigio como profesora, con tal de que pudiera enseñarme a mi ritmo.

Así fue como llegó Clara a mi vida, una joven oveja tierna, algo nerviosa y tímida. Recuerdo cómo reaccionó al verme por primera vez en mi negocio. Era completamente diferente de mi anterior maestra, y no solo por su edad, pues ella parecia de apenas 20 años en comparacion con esa anciana malhumorada, sino también por su método de enseñanza. Clara era tranquila, comprensiva y amable. Comenzó a enseñarme como si yo fuera un niño de jardín de infantes, con dibujos y juegos. Podría parecer infantil, pero realmente estaba funcionando. Por fin alguien se detenía a explicarme mis errores en lugar de castigarme por ellos.

Incluso los ejercicios de garganta que tenía que hacer regularmente para acostumbrarme a pronunciar ciertos sonidos animales resultaban aceptables, especialmente cuando veía la sonrisa de Clara al notar mi progreso. Cosas simples, como saludar y despedir a los clientes de mi tienda, se convirtieron en los primeros pasos para integrarme a esta sociedad. Empecé a notar el cambio: algunos de mis clientes más habituales comenzaron a entablar pequeñas conversaciones conmigo. Aunque todavía tenía dificultades para hablar con ciertas especies o usar vocabulario más avanzado, era un progreso. Un aumento de sueldo para mi maestra fue más que merecido.

...

Pasaron algunos meses. Era un día nublado, y yo estaba en mi tienda, recostado sobre el mostrador mientras hojeaba un libro sobre pociones. A veces, me gustaba leer textos menos prácticos solo para variar la rutina.

Entonces, escuché el sonido de la pequeña campana sobre la puerta, avisándome de un nuevo cliente. El día había sido bastante tranquilo, así que me sorprendió la llegada de alguien. Pero cuando levanté la mirada, lo que vi me dejó impactado, o quizá fue la sensación que me produjo.

Dos figuras entraron. La primera era una tigresa blanca que vestía algo que mi cerebro asociaba con el atuendo de un practicante de kung-fu. Llevaba un sombrero cónico de paja que casi ocultaba su rostro, una planta que staba masticando sobresalía de su boca, y sostenía un largo bastón de bambú.

La segunda figura era mucho más extraña. Sostenía un abanico en la mano y vestía un elegante vestido bordó antiguo, acompañado de un sombrero del mismo color con un ala tan grande que apenas cabía por la puerta. Sin embargo, lo inquietante no era su vestimenta, sino lo que ella misma era.

Sus manos eran delgadas y finas, y sus brazos no tenían mucho más grosor que sus dedos, que terminaban en puntas sin uñas ni garras. Su piel, si es que podía llamarse así, era de un color similar al grafito, pero más oscuro, y carecía de escamas, pelaje o plumas. Sus ojos, de un rojo brillante, parecían absorber toda la luz. No tenía nariz ni orejas visibles.

???: "Tienes una linda tienda, pero podrías hacerlo mejor." —La extraña mujer de bordo mirando el lugar.

Me congelé en mi lugar cuando la escuché. No estaba hablando el idioma animal que había estado escuchando todo el año; era un habla humana normal… o quizás algo más. Su voz no solo resonaba en mis oídos, sino que parecía retumbar en mi cabeza, como si hablara directamente en mi mente.

Riuz: "¿Quién…?" —Intenté preguntar, mi voz temblando mientras el miedo crecía en mi interior. Algo en esas personas frente a mí me aterraba profundamente, como si una parte instintiva de mí supiera que no había nada que pudiera hacer contra ellas.

No pude terminar mi pregunta. La mujer de bordó avanzó hacia mí. No fue que se moviera demasiado rápido; mi mente registró cada uno de sus pasos lentos y precisos. Sin embargo, sentía que, aunque hubiera tenido horas de ventaja para escapar, no habría sido suficiente. Su caminar parecía normal, pero yo no tenía la velocidad, ni el control, para alejarme.

Mi cuerpo se tensó, y el sudor comenzó a empapar mi frente cuando su mano se levantó frente a mis ojos. Su dedo puntiagudo se acercó hasta tocar, apenas perceptiblemente, el centro de mi frente. Cerré los ojos, esperando que algo sucediera, pero nada pasó… o eso pensé al principio.

Entonces, sentí cómo algo en mi memoria se rompía, como una presa liberando recuerdos que no sabía que tenía. Fragmentos de imágenes y sensaciones comenzaron a fluir. Mareado, intenté estabilizarme, pero el torrente de información era abrumador. Finalmente, la sensación de miedo que me había paralizado desapareció.

???: "Ahora nos recuerdas", —dijo la mujer de bordó mientras levantaba ligeramente la cabeza. Su rostro extraño se reveló aun mas, acompañado de una amplia sonrisa. Su boca no tenía dientes, solo dos labios afilados que, al separarse, mostraban un abismo rojo intenso, como sus ojos.

Riuz: "La verdad, no… Nunca antes las había visto. Tal vez hablamos, si es que a eso se le puede llamar hablar", —respondí, atrapado en esos nuevos recuerdos. Aún parecían incompletos, pero ahora recordaba fragmentos de una relación profunda con ciertas personas que no podía identificar del todo.

???: "Pero supongo que sabes quiénes somos."

Riuz: "¿La… familia?" —murmuré, inseguro pero al mismo tiempo seguro.

???: "Co-rrec-to", —respondió con una sonrisa burlona.

Riuz: "¿Qué hacen aquí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué los recuerdo? ¿Por qué los olvidé? ¿Qué más he olvidado?" —Las preguntas salieron atropelladas, una tras otra, mientras un ataque de pánico se apoderaba de mí. Descubrir que había olvidado algo tan importante me llenó de desesperación.

Mi angustia, sin embargo, se desvaneció en un instante. Un nuevo toque de su dedo en mi frente me dejó completamente inmóvil, incapaz de alterarme.

???: "No tengo ganas de escuchar tus pataletas. Mira, eres el nuevo polluelo de la familia. Vamos a jugar contigo, y si hacemos algo, te lo aguantas. ¿Es abusivo? ¡Oh, sí! Eres nuestra perra." —Rió de forma frenética y perversa.

Riuz: "…" —Me quedé en silencio, incapaz de responder ante su burla y sus comentarios agresivos. Sus afilados dedos se habían clavado en mis manos, y aunque físicamente era relativamente libre de la cintura para arriba, mentalmente estaba atrapado. La opresión y la obediencia obligatoria que sentía me estaban ahogando.

De pronto, un fuerte golpe resonó.

???: "¡Ayy!" —gritó mientras soltaba mi mano al recibir un golpe del bastón de bambú de su compañera.— "¡Oye! Déjame divertirme. Que seas una aburrida que se pasa siglos meditando no significa que…"

*¡Plaf!*

La tigresa volvió a golpearla con el bambú en el mismo lugar, silenciándola con un gruñido bajo y severo.

???: "¡Aburrida!"— se quejó mientras frotaba el dorso de su mano, lanzándole una mirada de reproche. Después, se giró nuevamente hacia mí. —"¿Dónde estábamos?"

Riuz: "¿Puedes quitarme lo que sea que me hayas hecho?" —pregunté, intentando sonar molesto por la manipulación mental, aunque no podía sentir enojo real. Era imposible para mí. Solo sabía que aquello estaba mal por pura lógica.

???: "No. No tengo ganas de perder el tiempo en que aceptes que tu vida no está bajo tu control," — respondió con desprecio mientras apoyaba un dedo sobre mis labios— "Lo harás eventualmente, pero tal vez, para cuando lo realmente lo entiendas, ya sea demasiado tarde y nadie pueda detenerte."

Sin previo aviso, metió su dedo en mi boca, usándolo para juguetear con mi lengua de forma burlesca. Yo no podía hacer nada para evitarlo. Continuó hablando mientras lo hacía, con su tono cargado de malicia.

???: "Ah, la ironía de la existencia… Pero olvidemos eso por ahora. Vamos a lo importante. Prometimos no interferir directamente… aunque, bueno, a veces es necesario. Nuestro tiempo aquí es limitado."

Con una sonrisa constante, retiró su dedo de mi boca y lo lamió sin vergüenza para limpiarlo, disfrutando de su propia vulgaridad.

Riuz: "Cof cof," —tosi ahora que mi boca estaba libre. Aun incapaz de enfadarme, continué la conversación como si nada.— "¿Qué hacen aquí? ¿Por qué vinieron? ¿Para hacerme acordar de ustedes?"

???: "Sí… eso también. Solo venimos a darte algo de información. Considera esto una compensación por nuestro pequeño… desliz. Cuando 'ajustamos' tu poder, hubo unos problemillas, y por eso estás aquí, unos doscientos años antes de lo que querías," —dijo, moviendo los brazos como si señalara todo el entorno de forma teatral.

Riuz: "¿Es cosa vuestra?" —pregunté, pero sin emoción. Era imposible para mí enojarme.

???: "Más o menos. Quisimos 'ajustar' algunas cosas y, bueno… algunas quedaron a medias. Pero ya está, lo arreglamos. No tendrás problemas de aquí en adelante… creo." —Se rió con descaro.— "Bueno, tal vez sí, pero ya será algo intencional."

Riuz: "¿Puedo volver con mi familia ahora?" pregunté con algo de emoción, el único sentimiento que parecia aún me quedaba intacto.

???: "Sí… dentro de unos cuarenta años." 

Riuz: "Oh…" respondí, abatido.

???: "Pero no te recomendaría volver en cuanto puedas. Quédate aquí hasta cumplir tu cometido. Si te escapas cada vez que te sientas solo y no puedes superar la nostalgia sin ayuda de mami, solo demostrarás que eres un marica," —soltó cruelmente, imitando un llanto infantil mientras se burlaba de mí.

Riuz: "¿Entonces debo quedarme aquí solo para que tú estés feliz?" —pregunté con un sarcasmo tan forzado que parecía más una súplica.

???: "Puedes volver si quieres, claro. Pero si lo haces antes de tiempo y nos molestas... no se que pueda pasar... quiza te enviaremos a un lugar mucho peor, por mucho más tiempo, y sin forma de regresar," —respondió, apoyándose en el mostrador mientras me sonreía con malicia.

Riuz: "Bien…" —suspiré, derrotado. Sabía que no podía hacer nada contra ellos. Tenían razón: no tenía control sobre mi vida. Pero, mientras pudiera mantener viva la esperanza de estar con las personas que amaba por siempre, con mi familia… si eso significaba entretenerlos como un mono de circo, lo haría.—

"¿Entonces qué tengo que hacer?" —pregunté con determinación.

???: "Me alegra que empieces a entender. Mira, en cuanto a tu 'misión', no se supone que debamos decirte qué hacer. Esta es tu aventura. Puedes hacer lo que quieras… a menos que decidamos lo contrario en algún momento."

—Se inclinó hacia mí con una sonrisa perversa.— "Pero te diré algo: eres lo que podríamos llamar un… coleccionista."

Riuz: "¿Coleccionista?"

???: "Exacto. Creí que con las pistas lo habrías deducido ya. ¿Por qué crees que construimos una 'Puerta de Babilonia' para ti? Incluso hicimos una Torre de Babel interior."

Riuz: "¿La de la Biblia?"

???: "No seas ignorante. La 'Puerta de Babilonia' es una habilidad de cierto individuo. Tomamos el concepto y lo modificamos para ti. También diseñamos el mundo detrás de esa puerta en forma de torre: una torre infinita donde guardarás los tesoros que consigas en el camino.

¿Pensaste que te daríamos todo en bandeja de plata? Qué aburrido sería. Por eso solo te dimos el lugar donde almacenarlos, y tú debes ganártelos. ¿Tesoros mundanos? Sí. Pero no solo eso. Puedes guardar cualquier cosa que tenga significado. Una roca común, no. Una roca comun con la que mataste a una criatura mitológica ancestral, sí."

Riuz: "¿Entonces mi misión es viajar entre mundos y coleccionar tesoros?"

???: "Casi. Además de la torre donde guardar armas, reliquias y demás, tienes tu mundo interior."

Riuz: "¿Y qué pasa con mi mundo interior?"

???: "Ah, ese también debe ser llenado y desarrollado. Solo que… es algo distinto."

Riuz: "¿Cómo?"

???: "Mira, niño, esto es simple. Las entidades conscientes, incluso las que apenas tienen cerebro, deben formar parte de este espacio para que empiece a funcionar como debería. Retroalimentación, ¿entiendes?" —chasqueó los dedos, y el entorno cambió de golpe, transformándose en mi espacio interior, un lugar vacío que reconocía de antes—. "Esto ahora parece un maldito agujero de mierda porque no hay nadie aquí. Pero cuando alguien se una, el lugar se estabilizará y empezará a desarrollarse. Aunque, claro, hicimos algunos ajustes, porque no cualquiera puede entrar…"

Riuz: "¿Ajustes? ¿Qué clase de ajustes?"

???: "Mujeres." —con una sonrisa perversa nos devolvió a la tienda.

Riuz: "¿Mujeres?"

???: "Así es. Algunos estabamos cachondos cuando configuramos esto" —me señaló con un dedo burlón— "y pensamos: '¿Qué le gusta a este mocoso?'. Pues eso, lo hicimos más interesante. Solo mujeres pueden unirse aquí. Ya sabes… para que tengas algo con qué entretenerte." —Acto seguido, empezó a hacer gestos de mamada y luego poniendo dos dedos entre sus labios sacando su lengua, culminando con un movimiento de caderas contra el mostrador.

Riuz: "¡Ya entendí!" —grité, deteniéndola justo cuando agarraba una estatuilla de la repisa y parecía dispuesta a metersela por el culo—. "¡Tengo que llenar este lugar con mujeres que follar o buscar follar con mujeres para llenar este lugar!"

???: "Más o menos." —riendo a carcajadas— "Pero ojo, no todas tienen que ser exactamente mujeres. Hay cosas ahí afuera que técnicamente no son mujeres, pero… podrían terminar aquí. Ya sabes, no querrás dejar fuera a tu madre/padre ¿Verdad?. También hay seres que no tienen género o algo mas complicado, pero podrían desarrollarlo en este lugar. Francamente, a mí no me importa lo que hagas con tu pene o tus agujeros, chiquillo. Yo nací en un lugar donde pasaba de todo.... De todo. De hecho, en algún momento irás allí." —Su tono sugería que no era un lugar que quisiera visitar.

Riuz: "O-key…"

???: —alzando un dedo como si estuviera en medio de una conferencia importante— "Ah, y te daré una pista: no todas las mujeres tienen el mismo valor. Cada ser o cosa en los mundos que visites tiene un… digamos, valor de destino. ¿Recuerdas esas historias de libros, películas y demás cosas que amas? Los protagonistas o personajes centrales son los que tienen más valor. Busca a esos; son los objetivos principales. Claro, otros seres poderosos también sirven, pero los protagonistas son la joya de la corona. ¿Lo pillas?"

Riuz: "Protagonistas y seres poderosos… parece sencillo." —Reflexioné. En realidad, no tenía problema con esa misión. De hecho, encajaba perfectamente con mis planes: había venido a este mundo por lo seguro que parecía, y para encontrar a cierta coneja… Luna se desmayaría si la conociera—. "Va con lo que ya tenía en mente."

???: "Perfecto. Puedes usar tus poderes mesclados con la adivinación de el mundo en el que naciste esta vez para encontrarles si quieres... y una vez lo consigas, cuando alguien esté atado a este lugar, será tuyo, completamente tuyo. Incluso los elementos de la Torre de Babel. Aquí ya no hay destrucción absoluta o muerte permanente sin tu permiso. Incluso si alguien pereciera en su mundo original, puedes traerlos de vuelta aquí. Ah, y hablando de cosas…" —Un sonido de música repentina salió de su vestido.

"I have wasted time

I have seen my use

I have packaged and sold every part of me!

Suffered a lifetime of abuse

I have lost myself

I have worshipped at your feet

And here I am standing on top of the world

With some bitches to defeat

I've played the game

I've won it all

They've screamed my name

They bought the doll

I've seized the day

Now I've got one thing left to say-ay-ay

¡¡¡Fuck you...!!!"

Miré sorprendido cómo sacaba un teléfono moderno y empezaba a escribir algo, ignorándome por completo. Finalmente lo guardó y suspiró con pesar.

???: "Parece que se nos acaba el tiempo… y yo que quería aprovechar para destrozar esa cereza que tu madre no pudo…" —suspiró con exageración—. "Bueno, ya será en otra ocasión. Escucha, antes de que me vaya, un último consejo: cuando uses tu relojito, evita cualquier contacto contigo mismo. Si es posible, ni siquiera debes percibirte. Pero, sobre todo, nunca dejes que los poderes de un 'tú' toquen los poderes de otro 'tú'. Ya sabes de qué poderes hablo, ¿verdad?"

Riuz: "… ¿Qué?" —pregunté, perplejo, mientras un portal brillante se abría junto a ella.

???: "Ah, cierto, casi lo olvido: cuando vuelvas a tu mundo original, puede que algo de tu sabiduría y desarrollo personal desaparezca. No es que te hagas más estúpido, pero algunas cosas se reiniciarán. No importa lo que hagas aquí, siempre volverás a ser tú mismo… en algún momento. Así que, si decides convertirte en un loco psicópata, adelante. Al final, seguirás siendo el mismo idiota de siempre." —empezó a atravesar el portal, pero se giró con una sonrisa sádica—. "Ah, y si puedes mantener ese culito virgen para mí, te lo agradecería. Tengo un juguetito con tentáculos gigantes que seguro te encantará… o me encantará usarlo contigo, lo mismo da."

Antes de que pudiera responder, desapareció en el portal. La tigresa blanca que la acompañaba me lanzó una mirada aprobatoria y también desapareció.

En ese momento, mi cuerpo y mente recuperaron el control absoluto.

"¡SANTA MIERDA!"

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