El octavo hijo: Kiyotaka en Hachinan tte sore wa nai deshou

[A/N: Este capítulo va a ser escrito desde el punto de vista de Liselotte]

Pensando en solo los beneficios que me traería convertirlo en mi caballero personal viendo todos los talentos que poseía me hizo intentar darle un precio a la persona que tenía adelante, pero su comentario y habilidades delataban que no podía tener un precio, por lo que había una sola cosa que podía hacer, que consistía en ganármelo como individuo.

Su comentario delataba que no quería ser simplemente una espada afilada que pudiera usar a mi gusto, mas bien demostraba que el era individuo que tenía una forma de actuar y pensar propia, que se movería según sus propios intereses.

Nuevamente miré su ventana de estado y era impresionante, casi irreal, incluso por un momento pensé en si en realidad era un ser humano. No pude evitar maravillarme mientras leía cada habilidad, cada atributo que lo hacía destacar de cualquier otra persona que hubiera conocido. Era como si el destino mismo lo hubiera diseñado para la grandeza, probablemente se convertiría en uno de esos héroes de las leyendas, y aquí estaba, frente a mí, con una expresión humilde, sin saber siquiera el valor que poseía.

Nombre: Arthur Von Baumeister

Edad: 6 años

Títulos: Elegido de Dios, Genio de la espada, Amado por el maná.

Estadísticas:

— Fuerza: 7 — 

— Destreza: 49 — 

— Inteligencia: 80 — 

— Resistencia: 6 —

— Mana: 90 —

Atributos:

— Magia de viento (S), Control de maná (S), Estratega (S), Magia de agua (A), Magia sagrada (A), Manejo de espada (B), Liderazgo (B), Arquería (B) Magia de fuego (B), Magia de tierra (C), Diplomacia (E).

Alineamiento: Favorable

Aunque su fuerza y resistencia en este momento fueran normales comparándolo con un adulto, en este momento ya superaba con creces a grandes magos, por lo que no podía dudar en que desde este mismo momento podría dar un rendimiento inmediato si trabajara para mi.

En el fondo, siento que podría confiar en él de una forma que jamás había sentido con nadie. Su potencial no solo está en su fuerza, sino en algo más, algo que no aparece en su ventana de estado y lejos de las predicciones que había hecho antes para el bienestar de mi familia y pueblo.

En mi vida anterior, nunca tuve poder ni influencia. Era solo una persona ordinaria con sueños imposibles. Pero ahora soy una noble, y tengo los medios para convertirlo en algo más grande, para pulir ese diamante en bruto y que ambos podamos prosperar. No lo hago solo por él, claro. Sería una mentira decir que no estoy pensando en lo que su fuerza podría significar para mí. En este mundo, donde el poder lo es todo, tener a alguien como él a mi lado sería una ventaja incalculable.

''Entiendo que no pienses ser solo un peón que mate a personas porque yo te lo ordene, solo quiero a alguien en el que pueda confiar mi vida'' dije mi verdadera intención sin intentar ocultarla.

''Pero para eso debería de encontrar a algún guerrero experimentado, con el estatus que tiene su familia será fácil encontrar a alguien que cumpla con sus estándares'' es cierto que sería fácil encontrar a alguien capaz, pero...

''En algo te equivocas, no hay nadie como tu, lo que quiero de ti es tu talento en bruto, no a algún viejo que solo venga por unas cuantas monedas''

''Creo que sería bueno terminar con esta conversación'' dijo mientras intentaba levantarse para terminar la conversación, pero rápidamente lo detuve.

''¡Espera!... te prometo que si te conviertes en mi guardián yo nunca te traicionaré. No te veo como alguna clase de peón desechable en un juego, solo quiero alguien en el que pueda confiar mi vida, nunca te pediré que vayas a alguna guerra en la que pienses que se pelee por alguna causa injusta, tu protegerás mi vida y yo cuidaré la tuya, ese es el trato que te propongo'' aún siendo un niño, su estadística de inteligencia demostraba que probablemente era mejor que yo en temas mentales, por lo que tuve que esforzarme para darle un argumento que pudiera convencerlo para trabajar conmigo siendo sincera conmigo y con el.

Su respuesta fue darme una leve sonrisa y volverse a sentar.

''Entonces... si no le preocupa mi falta de experiencia me gustaría ser quien cuide de su bienestar, señorita Liselotte'' 

Cuando las palabras salieron de sus labios, claras y firmes pude sentir como el aire volvía a llenar mis pulmones tras una larga contención. No me había dado cuenta de que había estado tan tensa hasta que el alivio la envolvió como una manta cálida.

''Perfecto, desde ahora seremos un solo ser'' dije de manera alegre mientras me levantaba de mi asiento y le agarraba de la mano.

Al ser del mismo tamaño no hubo ningún problema con nuestro ritmo de caminata al salir de la habitación.

Pude notar de que estaba algo confundido por mi actitud, lo que me costó que me hiciera una pregunta.

''¿Que estamos haciendo?'' preguntó mientras ladeaba su cabeza y me miraba con sus hermosos ojos opacos, parándonos en el pasillo.

''Te voy a mostrar toda la mansión'' dije mientras intentaba llevarlo, pero no lo pude mover.

''¿No debería estar haciendo esto una sirvienta?'' Parece que de alguna manera conocía de los modales comunes, probablemente era de alguna familia noble, pero no quería adentrarme en algo que no quería contarme.

''No, tu eres especial para mi'' por mi comentario pude ver como sus ojos se abrieron levemente por primera vez, lo que me sacó una pequeña carcajada.

En realidad no estaba diciendo ninguna mentira, el desde ahora era la persona mas importante para mi, no solo porque me protegería, sino que me interesaba como ser humano.

No cualquiera rechazaría una oferta de trabajo de algún noble solamente por una ideología, especialmente en este mundo donde abunda la pobreza, pero el lo había hecho como algo natural.

Pensándolo un poco, no hay tanta diferencia de edad entre los dos, incluyendo mi vida pasada... No, no, ¿Cómo puedo estar pensando esas cosas?, el es un niño... aunque yo también lo sea.

Cuando estuvimos en frente de la habitación que tenía pensado darle nos detuvimos. Al abrir la puerta nos encontramos con decoraciones poco llamativas y una habitación con pocas cosas, pero sabía que esto es lo que mas le gustaría.

''¿Te gusta?'' dije mientras desviaba mi mirada en su dirección.

''Si, me gusta'' dijo mientras seguía inspeccionando cada detalle.

''Me alegra que te guste. ¿Quieres ver el campo de entrenamiento?'' dije mientras le daba una sonrisa.

''Claro, me gustaría ver con que personas voy a trabajar'' 

Con eso dicho nos dirigimos al patio donde los demás entrenaban.

Al llegar nos encontramos con varias personas que blandían sus espadas unos contra otros, practicando sus movimientos y estirando sus músculos.

Cuando mi mirada se fijó en un caballero veterano le hice un pequeño gesto para que se acercara a nosotros. El era un hombre imponente, con cicatrices que contaban historias de batallas pasadas y una espada tan larga como el brazo de un adulto, perfecta para probar sus habilidades con la espada.

El rápidamente se acercó a nosotros, y guardando una leve distancia preguntó:

''Que es lo que se le ofrece, Liselotte-sama'' preguntó el caballero.

''Quiero que te enfrentes a el'' dije mientras colocaba mi mano encima del hombre de Arthur.

''Sabe que yo la respeto mucho Liselotte-sama, pero... no creo que un niño pueda soportar ni un par de golpes de mi espada''

''No deseo tu opinión, es una orden y espero que no te contengas ni un poco'' dije mientras mostraba una mirada seria.

''Jaaaaa... está bien, respetaré su decisión Liselotte-sama''

''Muchas gracias, trae una espada de madera para el'' dije indicándole que nos dejara solos por un momento.

Al estar solos me giré para mirarlo, viendo que estaba algo confundido por la situación.

''Perdón por hacer esto sin tu permiso, pero me gustaría que me mostrarás un poco de lo que eres capaz con la espada''

''No tengo problema con eso, pero la espada no es mi fuerte''

''Ya lo se'' esa era parte de la información que había obtenido mediante su ventana de estado, pero igualmente quería ver si podría ganar con su ventana técnica.

Al ver como el caballero llevaba una espada que fuera compatible con el cuerpo de Arthur le di una sonrisa al que ahora era mi guardián en señal de confianza absoluta.

Cuando recibió la espada dio un leve suspiro quedándose quieto durante un par de segundos, para luego seguir al caballero.

El caballero parecía completamente confiado en su victoria al tener un niño delante de el, por lo que me coloqué en medio de los dos para dar inicio en su pequeño duelo.

''Cuando de la instrucción podrán iniciar con el duelo, así que espero que den lo mejor que si'' dije asegurándome de que diera todo de si el caballero, pero aún no parecía asustado.

Con un suspiro comencé la cuenta esperando que aguantara un par de golpes.

''3... 2... 1... y... ¡Ya!'' al dar inicio al duelo el caballero se abalanzó hacía Arthur, pero el lo único que hizo fue estabilizar su postura y mantener su mirada fría y serena.

De repente, el guerrero atacó, levantando su espada en un movimiento descendente que buscaba partir la espada de Arthur en dos. Fue en ese instante cuando Arthur reaccionó moviendo fluidamente su espada y, con un solo golpe de su espada de madera, impactó directamente en la mano del caballero que sostenía su arma. Luego de eso un sonido seco resonó en el aire, seguido del estruendo de la espada del caballero cayendo al suelo, pero no se detuvo con eso, sino que su espada golpeo su cuello con un poco de fuerza, demostrando que si hubiera sido una espada real, le habría cortado el cuello en un par de segundos.

''Q-que'' dijo el caballero reponiéndose en el suelo mientras se agarraba el cuello.

''Parece que gané'' dijo Arthur mientras colocaba su espada en el suelo y se dirigía a mi postrándose en el suelo con una rodilla como apoyo.

''Si, aunque me hubiera gustado verte esforzarte'' dije mientras le daba una sonrisa feliz del desempeño de mi guardián.

''Un solo golpe es necesario si sabes donde apuntar'' dijo mientras se levantaba y compartía una de esas diminutas sonrisas.

El... definitivamente era un monstruo que estaba en una liga propia, pero ahora el era mío, solo mío, mientras que yo soy suya...